Visita (1)

Hola, nens y nenas.

Lo primero:

Recuerdos de Raimon. Dice que nos echa de menos finde si, finde no. Le debí contagiar mi optimismo, porque los que estamos aquí no nos reunimos con esa cadencia ni por una apuesta. En su honor, la puesta al dia va encabezada por esta foto que creo que me pidió dedicada a Rol l’Hospi y Rol Terrassa. Y os cuento mi viaje.

Los billetes me ayudó a conseguirlos (de hecho, me los consiguió) Raimon. Messenger “pacá” Messenger “pallá”, me arregló un viajecito la mar de apañao. Avión de Lufthansa Barcelona-Frankfurt, tren desde el aeropuerto directo a Gottingen y un tierno mensaje preguntándome si tenia algún antojo de cena. A mí, de cena, lo que me apetecia era ver una cara amiga acompañada de una voz en un idioma entendible. Como el enlace del avion al tren era ajustado para que no me agobiara en el aeropuerto, me pegué una carrera más que regular (no olvidéis que no conocia ese aeropuerto y que lo mio con los idiomas es una historia de odio sin amor) –mi avión había salido con media hora de retraso-Ufff¡¡¡ Llegué¡¡ Qué placer, ver la cara de Raimon en el andén¡ Cena en su nueva casa, casi amueblada. Y al dia siguiente, visita a su curro, donde me presentó a su agradable jefe, que era el que le/nos dejaba el coche para irnos a IKEA. Si se cuentan las visitas, me voy a hacer la tarjeta VIP-IKEA. Últimamente he tenido varias visitas y, claro, IKEA l’H es visita obligada. Como me gusta el tema, pues guai. Mañana relajada en IKEA y, por la tarde (tempranito, que se acaba la luz) visita al mirador de Hércules.

Impresionante. Me sentí como si estuviera dentro de “El Señor de los Anillos”, versión actualizada. Vuelta a G., descarga de futuros muebles, devolución de coche (el jefe en cuestión habla castellano y cada vez que me veia hablaba más). Cena en casa y pasotismo absoluto respecto a montar muebles. Raimon gruñendo porque notaba en el cuerpo la descarga de muebles. Yo, ni caso. Los que estamos menos cachas, lo asumimos.

A la mañana siguiente, paseo por G. Es una ciudad estupenda para vivir. Tiene un tamaño que permite moverse a pie. Y si no, en bici. Los edificios del centro histórico son bajitos, que aún la hace más agradable.

Fotito de Raimon al pie de uno de sus heroes. Hasta a mí me sonaba ¡Guau¡ Por cierto, Raimon, una compi de trabajo lo reconoció sin dudar. Ya le preguntaré que estudia…

A mi, en cambio, me llamaba más la atención el canal y su aprovechamiento. Creo que es una tendencia adquirida por la parte de Castellón. ¿Veis que monos los edificio? Luego fuimos a ver una bonita iglesia dedicada a San Jacobo, que hay cerca de casa de Raimon.


Cuando digo cerca, esta es la vista desde las ventanas de Raimon. La foto no hace justicia a la Iglesia en cuestión. Luterana, no católica. Me gustó mucho, tanto la iglesia como las vistas. Y de la iglesia, que al subir al campanario podiamos ver “las tripas”, o sea, la estructura interior. Esa trama de vigas de madera a mí me pareció muy interesante. Además, no lo había visto nunca. Y de paso, nos enteramos de que esa tarde/noche había un concierto. Ya os podeis imaginar que hicimos esa noche. Fue impresionante. Nunca había visto tan de cerca de un grupo tan grande tan de cerca. (La misa en si menor de Johan Sebastian Bach. Si teniu un reproductor multimèdia que llegeixi el format OGG, en podeu escoltar un petit trosset aquí

A la mañana siguiente, montaje de muebles. Si alguien se compra cierta lámpara de IKEA, ya la monto yo, que la de Raimon era la novena que montaba del mismo modelo (la que tengo junto al sofá). Después, paseito por G., incluida visita a bonito parque. Raimon decia que era una pena que no hubiera ido una o dos semanas antes, que el colorido había sido espectacular…

Si este es el colorido que yo vi… ¡¡ Como debía ser la semana de antes ¡¡ Vuelta a casa, ducha, y… a por el tren… Por cierto, lo perdí. Y Raimon se echó la culpa. Casi le pego. La que no corria era yo. Como estaba él para entenderse con la taquillera, me lo cambiaron por una combinación que llegaba a tiempo, pero que requeria dos enlaces y “pallá” que me fui. La verdad es que me dieron una hojita en la que se especificaba cada tren, incluido el andén, y estuvo muy bien, porque así vi la estación de Frankfurt, que no había visto a la ida, y como son los cercanias alemanes, que van muy preparados para llevar bicis. Y los “intercitys” llevan unos vagones de fumador que son la bomba.

Esta vez, conociendo el aeropuerto, me costó menos llegar al avion y ¡que bien¡ había gente que hablaba en castellano y catalán. Bueno, llegada a Barna por la noche y a dormir como los angelitos. Tengo que decir que encontré más gente de la que esperaba que hablaba algo de castellano, incluida la poli que me cacheó en el aeropuerto para salir y que se despidió amablemente con un “adeu”. Por si alguien quiere ir, la frase mágica es “Sorry, only speak spanish” y cuando ya lo has dejado claro “My english is very, very little” con eso y una sonrisa española, a mi me pone buena cara hasta el ogro del cuento.

Ta la próxima, nens y nenas.

Maite (maitegea "arrova" hotmail "punt" com)

PS: a partir del dia 1 de març, Iberia traspassa els seus vols entre Barcelona i Frankfurt a clickair. Segons els preus que ja consten, anar i tornar costarà 39 euros. El tren costa 56 euros. Per tant, si no veniu no és pel preu...